lunes, 5 de octubre de 2009

Ella

Que comfortante es tenerla cerca, poderla abrazar y sentirla estremecerse entre mis brazos. Quererla es lo que yo quiero. Pero de nuevo, debo aprender a quererme antes de pretender siquiera eso con ella. Qué bien me sienta su cariño. Me pone a volar sin pólvora ni alas. Me tira contra la pared y me atrae con un movimiento de sus ojos.

Me atrapa con sus dulces besos y me hace soñar despierto con una utopía gremial que llena de placer en todos mis sentidos. Que advenimiento de virtudes provoca ella en mi ser. Por entero la quiero poseer y en la cama con ella recibir al alba. Sus tiernas manos electrizan por donde andan, quebrando mis preocupaciones del día y transmitiendo sus mejores vibras.

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